Los acontecimientos políticos que ocurren en Venezuela, aunque
para algunos sea difícil entenderlo, apuntan hacia el
empeoramiento de la tragedia que azota al país por los cuatro
costados. Así sucede la mayoría de las veces. La insensata
decisión del Tribunal Supremo de facto al atribuirse la facultad
de designar un nuevo Consejo Nacional Electoral, es un barril de
gasolina agregado al fuego de la crisis. ¡Está claro que a ningún
jerarca de los entes usurpadores de la dictadura militar
nazicomunista, le importa un bledo la suerte de la familia
venezolana.
A quién le puede caber en la cabeza, a menos que tenga el
cráneo hasta el borde de aserrín, que una arbitrariedad de esa
magnitud abona en beneficio de los actuales intereses
nacionales, precisamente cuando avanza aceleradamente el
proceso de destrucción de PDVSA, única fuente de recursos de
la que disponía la nación. Se hace referencia a esta empresa,
porque es la prueba más contundente del desastre nacional.
Siempre que el régimen pretenda escurrir el bulto ante sus
pertinentes responsabilidades, acude a la vieja trácala de los
gobiernos comunistas, de endilgar a otros las que son sus
culpas. En el caso de Venezuela la cúpula gubernamental, a
sabiendas de que es ella la que ha promovido y materializado la
catástrofe existente, hoy intenta hacer creer que las
calamidades que se padecen en el país son producto de las
sanciones internacionales, las que han sido impuestas contra los
más altos funcionarios de la dictadura, supuestamente por
diversos delitos muy graves, incluyendo narcotráfico. Ellos, los
nazicomunistas, afirman que mientras sean objeto de dichas
sanciones, es imposible la solución de la crisis.
También saben esos voceros calificados de la tiranía, que los
actos abusivos de su “Tribunal” nada aportará para que cesen
las sanciones; al contrario, éstas podrían profundizarse y nada
extrañaría que la escogencia ilegítima, arbitraria e
inconstitucional de los Rectores del Consejo Nacional Electoral
(CNE), provoque la aplicación de nuevas sanciones a los ya
indiciados; incluso, podrían ser más severas. ¿Entonces, la
canalla nazicomunista quiere más presión internacional, para
que en Venezuela se alejen las posibilidades de solución a esta
tragedia nacional en pleno crecimiento? ¿Qué es lo que
pretenden?
ANTONIO URDANETA AGUIRRE
Educador – Escritor @urdanetaaguirre
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