“El objetivo es social el deporte solo un medio”, a sí reza el slogan del movimiento de Pequeñas Ligas, que llegó a Venezuela en 1955, como muchas cosas de la mano de la integración surgida entre los trabajadores norteamericanos de la empresa petrolera y los venezolanos que laboraban en esa industria.
Frank Poteraj un ingeniero petrolero nacido en New Jersey, Estados Unidos trabajaba en esos tiempos en la Mene Grande Oil Company, junto a un grupo de zulianos relevantes como Arturo Celestino Alvarez “El Premier”, Abnobio Suárez y Alfredo Schmilinsky, basados en los lineamientos del movimiento fundado en Williamsport, Pensilvania en 1939, crearon la primera liga en Venezuela con sede en Maracaibo, Estado Zulia, liga que posteriormente se llamaría Coquivacoa.
Desde sus comienzos este movimiento que el Zulia, exportó al resto del país, ha venido cumpliendo una labor titánica en la formación de hombres y mujeres de bien, quienes han pasado por sus diferentes equipos y ligas, con el objetivo de formar grandes ciudadanos, porque sería muy fácil hablar de la cantidad de peloteros que formados en los estadios de pequeñas ligas han triunfado en las grandes ligas o en otras ligas profesionales, pero ese número es muy limitado si contamos los médicos, abogados, ingenieros, periodistas, veterinarios, etc., que como niños recibieron no solo la instrucción deportiva sino la moral de la competencia sana, enmarcada en el bienestar social.
El estímulo a estudiar y salir bien en sus asignaturas colegiales como condición para poder jugar, a nosotros nos ayudo en nuestro caso particular, como a muchos otros que conocemos.
Un baluarte de este movimiento en toda su historia fue el Ingeniero y Comunicador Social Gilberto Ocando Yamarte fallecido el pasado año, quien se sumó al movimiento y lo adoptó como su hijo para junto a otros artífices como Robinson Aguirre, Jorge Antunez, Armando Iragorri, Antonio Núñez Rovira, Judith de Negrete, y muchos tantos héroes anónimos hacer que las pequeñas ligas de Venezuela, sean junto a otros movimientos como Criollitos de Venezuela y Béisbol Federado, el semillero del talento peloteril de nuestro país.
Seis títulos mundiales, dos en infantil en 1994 (Coquivacoa) y en 2000 (Sierra Maestra), uno en juvenil 1986, se hace una selección, y tres en senior 1996 (Coquivacoa), 1997 (San Francisco), 2006 (Paraguana), más una gran cantidad de campeonatos latinoamericanos se han atesorado en estos 65 años de actividad.
De esos equipos campeones Yusmeiro Petit y Guillermo Quiroz son los únicos en el mundo en tener un título de pequeñas ligas infantil (11-12) años y ser campeones de Serie Mundial en grandes ligas, San Francisco en 2014, aunque Quiroz no vio acción en la serie mundial de ligas mayores.
Dos de los mejores lanzadores venezolanos en la historia de las grandes ligas el derecho Félix Hernández (Flor Amarillo) y el zurdo Wilson Alvarez (Coquivacoa) surgieron de este movimiento, al igual que Carlos González (Coquivacoa) campeón bate de la liga nacional en 2010, y ganador de guantes de oro como también lo han sido Gerardo Parra (Colón), Ender Inciarte (PDVSA), liga que antes se llamó CORPOVEN, campeones de serie mundial como Eduardo Pérez integrante junto a Wilson Alvarez del equipo campeón juvenil en 1986, y tantos otros big leaguers en una lista que inició Johnny Paredes, e incluye además nombres como los de Elvis Araujo, Jean C. Boscan, Silvino Bracho, Alex Cabrera, Gustavo Chacin, Jhoulys Chacin, Freddy Galvis, Alberto González, Geremi González, Alex Herrera, Jonathan Herrera, Arcenio Leon, Danilo Leon, Sandy Leon, Pablo López, Julio Machado, Carlos Maldonado, Edwin Moreno, Gabriel Moya, Rougned Odor, Luis Ordaz, Eduardo Paredes, José Pirela, Juan Rincón, Eduardo Rodríguez artífice el año pasado al donar parte del viaje a Mexico de los campeones latinoamericanos pre infantil de Cacique Mara en 2019, Henry Rodriguez el lanzador, Alex Romero, Adrián Sánchez, Eider Torres, Luis Valbuena, Carlos Valderrama, Engelb Vielma y Eduardo Zambrano, entre otros son producto de las pequeñas ligas de Venezuela.De nuestra parte felicitaciones y mucho ánimo a sus dirigentes para que sigan haciendo grande a este movimiento nacido en 1955, y así seguir con la senda trazada por sus pioneros.
Será hasta la próxima Dios Mediante.
Hit & Run
Por: Antonio “Toño” Soler
Twitter/Instagram: @tonosolerp
Orlando, Florida
