En estos días de confinamiento debido a la pandemia del COVID-19, buscando en que pasar el tiempo me encontré con la sugerencia en Twitter de mi amigo y colega Augusto Cárdenas de buscar en YouTube el canal MLB Vault, para disfrutar de los grandes clásicos en la historia de las grandes ligas, seleccionando nosotros ver cada uno de los partidos finales de cada una de las series mundiales que recordáramos haber visto, para después querer ir más atrás en el tiempo y completar hasta el momento 20 años desde 1970 hasta 1989.
Esta actividad de dos horas diarias en lo personal me ha traído muchos recuerdos, en primera instancia y quizás el que más sentimientos me ha causado es recordar como muchos de esos juegos los vi con mi abuelo materno Rafael Pulgar, otros ya más avanzado en edad en compañía de familiares y amigos o en casas o establecimientos al coincidir ellos con una fiesta o celebración en particular. La ventaja de ya saber el resultado me permitió ver los juegos con otro interés, analizando cómo se construyeron esos equipos que llegaron a protagonizar el momento cumbre de la temporada, junto al destino de los principales jugadores y por supuesto ver los juegos con el ojo del comentarista. En medio de la actividad pude intercambiar impresiones con mi amigo Lipso Nava destacado ex pelotero y ahora técnico en el béisbol invernal con un campeonato en su haber en la LVBP temporada 2016-17 con Águilas del Zulia, confesándome el su admiración por la maquinaria roja los Cincinnati Reds de la década de los 70, integrada por Johnny Bench, Tany Perez, Joe Morgan miembros del salón de la fama, así como su manager Sparky Anderson junto al líder de todos los tiempos en hit uno de los mejores peloteros de siempre Pete Rose y el campo corto venezolano David Concepcion.
Rose no está en el Salón de La Fama por haber sido expulsado del béisbol por ser acusado de apostar siendo manager de Cincinnati pero nadie puede dudar que como pelotero se entregaba al 100 por ciento y tenía un talento muy por encima del resto, después de la temporada de 1978 con dos títulos en su haber con Cincinnati 75 y 76 firmó como agente libre co los Philadelphia Phillies y los ayudó a ganar su primer campeonato en 1980 y a llegar a la serie mundial en 1983 ya con 42 años, temporada en la que se mudó para el jardín derecho después de haber jugado en la inicial en las anteriores para que Tany Pérez jugara en la inicial.
Mientras el campo corto era David Concepcion otro que no está en el salón de la fama pero es inmortal dentro de esa divisa, aunque la muestra de nuestro experimento se limitó solo a series mundiales y fue uno de nuestros ídolos de infancia, viendo ahora esos juegos concluyó que en los 70 no hubo en series mundiales ningún defensor de esa posición mejor que el, con gran seguridad y prestancia, hubo equipos campeones que en esa posición no tenían a nadie destacado, mucho menos con su clase.
Antes del inicio de la temporada de 1983 los Phillies hicieron uno de los cambios más sonados para aquel entonces al enviar a cinco peloteros a los Cleveland Indians por el jardinero Von Hayes una transacción que nunca le rindió el precio de lo pactado por ellos, que entregaron al lanzador Jay Baller, al infielder Julio Franco, al segunda base estrella Manny Trillo, al outfielder George Vukovich y al catcher Jerry Willard para supuestamente obtener un pelotero franquicia. Teniendo en el resto de los ochenta registros negativos muy alejados de su protagonismo entre 1977 hasta 1983, donde siempre estuvieron en los primeros lugares y protagonizaron varías post temporadas.
Me refiero solo a Reds y Phillies porque como les dije al principio me remití a mis gratos recuerdos, y en su momento fui aficionado de Cincinnati quien no en Venezuela, en los años de brillo del Rey David y después trasladé mis preferencias a los Phillies por ser estos proveedores de una gran cantidad de peloteros al equipo de mis amores Águilas del Zulia.
Evolución
En esos 20 años y aprovechando que el estudio ha sido de 20 días, pude constatar, refrescar e investigar sobre la evolución del juego en muchos aspectos los cuales comparto a continuación.
Los umpires de la liga nacional a pesar de tener fama ese circuito de no adherirse a los cambios por lo de la regla del bateador designado fueron los primeros en usar el peto por dentro del uniforme, mientras los de la Americana usaban el pero de aire lo que hacía que la zona de strike se diferenciará en cuanto al ángulo visual que le permitía a cada individuo el uso de uno u otro. El peto por dentro permite ser más flexible y por ende cantar strike más bajo que favorece a los pitchers el de aire no permitía eso, por esto fue eliminado, como ya hoy en día los árbitros no pertenecen a una liga en particular sino que su cuarteta puede trabajar en cualquier juego.
El casco usado por los bateadores también ha evolucionado constantemente al igual que los demás utensilios del juego, desde 1956 la nacional estableció su uso mientras que la americana lo adoptó en 1958, pero eran tan incómodos que los peloteros lo usaban sin orejeras, el uso de estas se estableció con obligatoriedad en 1983, dejando a los peloteros que ya jugaban la libre potestad de usarlas o no, siendo el último bateador en usar un casco sin orejeras el inmortal Tim Raines en 2002. El último bateador en no usar casco fue Bob Montgomery quien en la serie del 75 entre Cincinnati y Boston fue usado como bateador emergente por los Red Sox, impactándome ahora ese detalle.
Hasta 1986 la mayoría de los bateadores se colocaban el casco sobre la gorra ya para el 87 y de allí en adelante lo usan como en nuestros días, esa evolución también se nota en los uniformes y en especial en los zapatos.
Al permitir que los mismos mostraran la marca y logos de la misma, los modelos fueron variando año tras año, mientras que se generaban millones de dólares en su comercialización y se invertían otros tantos en su publicidad, generando otra fuente de ingresos para las estrellas que los usaran.
En conclusión aunque tenemos muchas preocupación por la pandemia del COVID-19, y sus consecuencias no solo para la salud sino para nuestra economía el consejo de este humilde servidor es que invierta su tiempo libre en actividades que lo entretenga e instruyan cómo ha sido mi caso con las Series Mundiales, en las próximas entregas hablaremos del impacto en esos equipos de la figura del agente libre.
Será hasta la próxima Dios Mediante.
Antonio «Toño» Soler