El presidente Donald Trump advirtió este martes desde la Casa Blanca que tenemos por delante “dos semanas muy difíciles” en las que se espera que la pandemia del coronavirus cause mayores estragos en Estados Unidos.
“Quiero que todos los estadounidenses estén preparados para los días difíciles que se avecinan. Vamos a pasar por dos semanas muy difíciles ”, dijo Trump en la sesión informativa diaria sobre la gestión del coronavirus. En el momento que el mandatario pronunció estas palabras más de 3.800 personas en EEUU habían muerto por COVID-19 y más de 186.000 habían dado positivo por la enfermedad, según la Universidad Johns Hopkins.
“Y luego, con suerte, como los expertos predicen -como creo que muchos de nosotros pronosticamos- después de haberlo estudiado tanto, comenzaremos a ver algo de luz real al final del túnel, pero estas van a ser dos semanas muy dolorosas. Muy, muy dolorosas.
Los expertos de la Casa Blanca al frente de la gestión de la pandemia, Deborah Birx y Anthony Fauci, se sumaron a la advertencia del presidente e, incluso, fueron más allá y explicaron que los modelos y las proyecciones que presentan se basan en los datos de la pandemia recopilados en todo el mundo, también en el estado de Nueva York y otras áreas metropolitanas del país.
El doctor Fauci pidió ser realistas e insistió en la idea de que Estados Unidos debe estar preparado para 100.000 muertes. “Creo que cuanto más trabajemos en la mitigación, menor será la probabilidad de [alcanzar] ese número”, aseguró el director del Instituto Nacional de Alergias y enfermedades infecciosas. “No aceptamos esta cifra”, enfatizó el doctor al asegurar que las autoridades están enfocadas en reducirla.
La doctora Deborah Birx detalló que las proyecciones actuales se fundamentan en el recorrido del nuevo brote y tanto ella como el doctor Fauci recuerdan que se trata de un virus desconocido. De ahí que, la ciudadanía -insisten- juegue un papel fundamental siguiendo las indicaciones federales, estatales y locales. Con esta predicción, y siguiendo ejemplos de estados como California o Washington, lo deseable es que no se repita en otras áreas metropolitanas lo que está pasando en Nueva York.
Joel Cazorla / LaOpinión.