Escudriñando la Biblia y los pronósticos del profeta francés Michel de Nostradamus leí en mi reposo o cuarentena social algunas de sus centurias. Hubo una que me llamó la atención: la centuria X de la cuarteta 72. Esta refiere que en el año 1999 y siete meses, vendrá del cielo un gran Rey del terror que hará resucitar al rey de los mongoles. Sobre este particular muchos analistas y seguidores del vidente del siglo XVI afirman que se trata de un asteroide que chocará con la Tierra y traerá desgracia a la humanidad.
Pero si transportamos esa profecía a nuestra realidad podría interpretarse de otra manera: de 1999 a 2019 han transcurrido veinte años y nos encontramos en 2020, año en que la humanidad ha sido aterrorizada como jamás se había conocido en la historia. En diciembre de 2019 aparece en Wuhan, China, los primeros casos del Covid 19 (Corona Virus “Desease” (enfermedad en inglés) 19.
Como observamos, la palabra que precede al término Virus es corona, es decir, el que lleva una corona es un rey. Con esto se puede deducir que el vidente no aludía en su cuarteta codificada a un asteroide sino a un patógeno que presenta, según imágenes microscópicas, una forma redonda con ramificaciones cerdosas parecida a un asteroide o un satélite artificial. Recordemos que, Nostradamus era también médico, pero tuvo que codificar sus profecías para despistar el asedio de los sensores y sabuesos de la Inquisición.
El Covid 19 vino del cielo procedente de China en aviones que en cuestiones de días transportaron a millares de pasajeros que lo propagaron por todo el planeta. El rey de los mongoles es Gengis Khan, que según la historia, fue un conquistador de Asia Central que sometió China, toda Asia y el mundo conocido en el siglo XII dejando una estela de aniquilación por donde pasaba.
El Corona Virus fue descubierto en 1960, es decir, era ya conocido por la ciencia. Pero ¿qué lo hizo activar o resucitar después de 60 años para que sus efectos pudieran compararse con la devastación del rey de los mongoles? ¿Acaso fue manipulado en laboratorio como arma biológica? Quién sabe.
Quizás esa sea la advertencia secreta
que dejó para la humanidad este vidente y médico francés del siglo XVI, que
entre tantas profecías cumplidas puede contarse la llegada del hombre a la Luna
con 400 años de antelación: Centuria IX, cuarteta 65:
“En el rincón de la Luna vendrá a
posarse. Donde será apresado y puesto en tierra extraña”. Allí describe con claridad la forma cómo llegaron apresados
los astronautas en una capsula espacial.
No nos queda otro camino que pedir a Dios a través del salmo 91 la protección y misericordia que necesita Venezuela y nuestros hermanos del mundo para salir de esta pesadilla.