Los venezolanos debemos cambiar. La política, importante porque en ella nos jugamos el destino del país y quizás en mucho de nosotros mismos, está pasando a un segundo y hasta tercer plano. Muchos intentan abstraerse de Nicolás Maduro y Juan Guaidó tratando de enfocarse en otras cosas y así sobrevivir.
El año comienza y el ciudadano común hace un ejercicio para enfocarse más en cómo hacerle frente a la crisis económica. También en su sanidad mental. La política y su crisis baja en importancia. Leemos otras cosas, nos distraemos, intentamos no solo hablar de lo que nos llega por WhatsApp o lo que se dice en Twitter. Claro, hay excepciones y todavía persisten los que viven pegados al teléfono y creen todo lo que ven, pero hay menos que hace unos meses.
La política importa menos mientras no se vea una salida real a todo este marasmo, cosa que parece no avizorarse por ninguna parte, por lo menos a la brevedad. Mientras no sea servicio público y siga el camino del pantallerismo o de la corrupción hará que cada vez nos alejemos más.
El caso es que es necesario reconvertirnos, cambiar, enfocar las cosas de otra manera. Si seguimos haciendo lo mismo y de la misma manera muy posiblemente terminemos con los mismos resultados: estrellándonos sin remedio.
Como dijo la escritora Rita Mae Brown, en una frase que se atribuye a Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.
Los ciudadanos debemos encontrarnos en lo positivo, en lo bueno, en lo bonito, en lo que nos ayude a crecer, dejando de lado lo que descalifique al otro y los dimes y diretes.
Hay mucho de negativo en el ambiente para que agreguemos más. Hay muchas carencias para que no emprendamos a superarlas. Sumemos. Dejemos de una buena vez de restar.
Y a los políticos una advertencia: muestren resultados. Ya dimos muchos cheques en blanco y estamos empezando a creer que ustedes no hacen falta. Eso es peligroso porque nos puede llevar a cualquier parte y mostrar la existencia de algo diferente, quizás mejor a los desbarajustes que vivimos.
@josegremeza