El 17 de diciembre de 1819 se aprobó la propuesta del Libertador de crear la “Gran Colombia”. Se unen los departamentos de Caracas, Quito y Bogotá. Meses antes, ante el Congreso de Angostura en su momento estelar, Bolívar presentó su proyecto de Constitución, donde no hubo reelección inmediata, ni indefinida.
Al pronunciar su discurso reafirmó la importancia de la alternancia, la independencia, la autonomía y la separación de poderes. Entre las frases que más resumen la doctrina bolivariana estuvo aquella de que “Nada es más peligroso que dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecer y él a mandar de donde surge la usurpación y la tiranía.” Para Bolívar al poder contralor ejercido por el parlamento, se debía agregar un poder moral que reforzaría la actuación ética de quienes ejercen las distintas magistraturas.
El Libertador fue hijo de un tiempo que irrumpió contra el poder absoluto y monárquico. Locke, Rousseau y Montesquieu se encargaron de pregonar el pacto social, el espíritu y el imperio de las leyes. Gobernantes y gobernados iguales frente a la ley. A partir de la llegada del oficialismo se ha tratado de manipular la doctrina bolivariana apartándose de su esencia y su momento histórico, reduciéndose a una batalla contra el imperialismo. De la misma manera, se ha vaciado de competencias al parlamento y se lo ha reducido a la nada, violando de manera sistemática la Constitución y los Derechos Humanos. Se ha pretendido confundir el pensamiento socialista con el de Bolívar, cuando Carlos Marx lo tildó de cobarde, tirano y lo comparó con el depravado Soulouque. Es un sin sentido llamarse marxistas, cristianos y bolivarianos. Marx era un ateo que explicó que la materia era eterna y la “religión el opio del pueblo”. Los creyentes en cambio pensamos que los seres humanos tenemos alma, lo que sobrepasa nuestra existencia material.
La Gran Colombia fue ratificada en 1821 por la Constitución de Cúcuta. Paradójicamente en 1830 también un 17 de diciembre, exactamente once años después de su creación deja de existir el Libertador. También un 17 de diciembre muere Juan Vicente Gómez, quien a su vez aparece naciendo el mismo día de Bolívar, hoy eclipsado por el desgobierno hasta más no poder.
@OscarArnal