Corrupción, contrabando de oro, modelos y ricos empresarios chavistas se mezclaron en el siniestro de la avioneta estrellada en Charallave

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El accidente de una avioneta en las inmediaciones del aeropuerto privado de Charallave, cerca de Caracas, no sólo se ha cobrado la vida de nueve personas. El siniestro, cuyas causas se desconocen, también ha aireado el mundo paralelo de lujo y corrupción en el que viven los privilegiados por la revolución. Entre los fallecidos están tres boliburgueses (empresarios enriquecidos por su cercanía con el poder) y dos jóvenes modelos.

El contrabando de oro y los contratos con el Estado también aparecen como protagonistas principales de un hecho que ha impactado en la opinión pública local. Las nueve víctimas regresaban a la capital, según la versión oficial, tras celebrar el cumpleaños de la modelo y empresaria Ana Fois en Canaima, uno de los paraísos naturales de Venezuela en el estado Bolívar (fronterizo con Brasil). La joven subió a su cuenta de Instagram un vídeo pocas horas de emprender el vuelo en la aeronave Beechcraft 100 King Air.

El objetivo del viaje no sólo era la celebración, según ha denunciado el diputado Américo de Grazia, comisionado por el presidente encargado Juan Guaidó para investigar el expolio en el Arco Minero. El parlamentario, exiliado en Europa, ha asegurado que la avioneta venía cargada de oro desde Guasipati, un municipio ubicado en El Callao, la zona de las principales minas de oro.

Tamara Suju, activista de derechos humanos vinculada a la Organización de Estados Americanos (OEA), añadió en sus redes sociales que en Guasipati está la Planta de Arena de Oro Territorium, de Mariano Díaz, uno de los boliburgueses fallecido. «Todo esto forma parte de la organización criminal del Arco Minero», sentenció la activista.

La polémica ha rodeado a Díaz, vinculado en otros tiempos al millonario Raúl Gorrín (dueño del canal de noticias Globovisión, sancionado por Estados Unidos por corrupción), desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999. Según la prensa local, formaba parte de una mafia fiscal denominada «La banda de los enanos». En 2015 fue denunciado por lavado de dinero y narcotráfico y dos años más tarde la fiscal rebelde, Luisa Ortega, le señaló como testaferro de Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y martillo revolucionario contra el Parlamento democrático, según el diario El Universal.

Otro de los muertos en el accidente, «Aleko» Suegart, habría participado en dos de las operaciones más rentables en revolución. Así lo está investigando la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, tanto por sus negocios con el cambio de dólares en la extinta Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi) como con la distribución de las cajas Clap, con comida subsidiada por el gobierno de Maduro. Se trata de la versión bolivariana de la libreta cubana de racionamiento, convertida en herramienta de control social y político de las clases más populares.

El tercer boliburgués que viajaba en la aeronave siniestrada es el militar retirado Humberto Vivanco, quien fue apodado La Amenaza de la Orchila por Hugo Chávez tras participar en el rescate del líder revolucionario durante el fracasado golpe de Estado de 2002. Contratista del estado, estaba vinculado a equipos de fútbol, al igual que Mariano Díaz, y a actividades empresariales y deportistas.

Las dos modelos que aparecen en la lista de fallecidos son Ana Fois, de 27 años, y Marielbys Alejandra Contreras.

«Es lamentable, hay nueve venezolanos fallecidos (…). Debo destacar, sin adelantar ninguna hipótesis porque el hecho apenas tiene horas de haber ocurrido, que el Ministerio Público ha designado dos fiscales, un fiscal especialista en materia de aeronáutica y un fiscal basado en el estado Miranda que es donde lamentablemente ocurrió el evento trágico para esclarecer estos hechos», señaló el fiscal revolucionario, Tarek William Saab.

D. LOZANO – D. SANTANDER/ ElMundo.es