El Departamento de Justicia está investigando a los empresarios venezolanos Luis Oberto e Ignacio Oberto en conexión con un mega esquema de corrupción con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que podría haberle costado a la nación sudamericana al menos unos $4,500 millones en fondos malversados, dijeron fuentes familiarizadas con las pesquisas.
El caso es solo el último capítulo de una serie de investigaciones estadounidenses concentradas en las prácticas de corrupción y lavado de dinero perpetradas por empresarios amigos del chavismo que, tras pagar millones en sobornos a funcionarios del régimen de Caracas, lograron extraer miles de millones de dólares de las arcas del estado.
El nuevo caso luce ser el más grande de ese tipo realizado en Estados Unidos hasta el momento.
Según las fuentes, los hermanos Oberto se encuentran bajo sospecha de haber acumulado una inmensa fortuna a través de empresas fantasmas que otorgaban préstamos en bolívares a PDVSA al extremadamente favorable tipo de cambio preferencial que a las pocas semanas eran pagados en dólares u otras monedas duras.
En un esquema similar detectado por las autoridades en un caso diferente que está siendo llevado en Miami, los empresarios chavistas, vinculados con los hijastros del gobernante Nicolás Maduro, presuntamente lograron obtener en pocas semanas un pago de $600 millones de PDVSA para cancelar un préstamo en bolívares que ascendía a sólo $42 millones.
Según las investigaciones del nuevo caso, los inflados rembolsos por los préstamos fueron enviados a nombre de las empresas fantasmas a Suiza con la ayuda de un banquero en ese país.
Las autoridades federales de Estados Unidos le solicitaron ayuda a sus homólogos suizos dado que los fondos venezolanos malversados fueron transferidos a docenas de cuentas abiertas en distintos bancos suizos presuntamente vinculados con los hermanos Oberto, varias fuentes declararon al Miami Herald y el Nuevo Herald.
El principal banquero suizo de los hermanos se trataba de Charles Henry De Beaumont, que trabajaba con el banco CBH Compagnie Bancaire Helvetique SA en Ginebra, donde los empresarios venezolanos mantenían sus cuentas.
Los hermanos, quienes no han sido acusados formalmente como parte de la investigación, están siendo representados por dos de los más prominentes abogados de defensa en el sur de la Florida.
En un comunicado conjunto, Ed Shohat, quien representa a Luis Oberto Jr., y David O. Markus, quien defiende a Ignacio Oberto, dijeron que sus clientes no han hecho nada malo.
“Luis e Ignacio Oberto son ambos hombres de negocios muy respetados que nunca han sido acusados en ningún país de ningún delito”, resaltaron los abogados en el comunicado. “Eso es así por muy buena razón —son honorables, éticos y transparentes. No han cometido ningún delito. Cualquier sugerencia de lo contrario será enfrentada vigorosamente en las cortes”.
Rica en petróleo y alguna vez próspera, Venezuela se ha deteriorado hasta convertirse en uno de los países más pobres del continente. Según las Naciones Unidas, más de 4 millones de personas han huido del país en los últimos años.
Tobias Roche, un ex agente federal que por 30 años trabajó con el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos y con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, dijo que la desenfrenada corrupción bajo investigación ha contribuido significativamente al colapso económico de Venezuela.
“El impacto de estas acciones son terribles porque en este momento el país está devastado, y los venezolanos son prisioneros de la alta criminalidad y la pobreza”, dijo Roche. “Algunas de esas personas responsables viven aquí [en Nueva York y Miami] como reyes con dinero que no solo no ganaron legítimamente sino que fue obtenido de una manera que ha condenado a millones a la más severa pobreza”.
“La riqueza que ellos disfrutan ha sido robada, de PDVSA o a otras entidades gubernamentales, a través de programas que en algunos casos fueron diseñados para extraer dinero”, dijo Roche, quien co-fundó el Grupo de Investigaciones de Corrupción Extranjera del Departamento de Homeland Security.
“Estas son gigantescas fortunas”, dijo el investigador. “Para ponerlo todo en perspectiva, uno debe preguntarse qué tan grande es la fortuna de Bill Gates, o qué tan grande es la fortuna de la familia de Steve Jobs. Esa es gente que trabajó toda una vida para construir sus imperios, mientras que esta gente [de Venezuela] ahora son sus rivales a través de la malversación, quebrando a todo un país y creando una crisis humanitaria en el proceso”.
Al centro de la investigación federal se encuentra el presunto uso por parte de los hermanos de dos compañías fantasmas, Violet Advisors SA y Welka Holdings Limited, para otorgar los “préstamos artificiales” a PDVSA en el 2012 y que pagaron sobornos para conseguir los contratos, según fuentes familiarizadas con las investigaciones.
Los funcionarios de PDVSA transfirieron el reembolso de los pagos a través del portugués Banco Espirito Santo a diferentes cuentas pertenecientes a los hermanos entre el 2012 y el 2014, agregaron las fuentes.
El Espirito Santo fue el mayor banco de Portugal hasta que colapsó en el 2014, involucrado en prácticas de fraude y lavado de dinero. La institución financiera operaba una sucursal en el downtown de Miami que ahora es conocida como el Brickell Bank.
Aún cuando los hermanos tenían cuentas en otros bancos suizos, el principal operador de ellos en ese país era De Beaumont, según las fuentes.
Las investigaciones señalan que De Beaumont también ayudó a los hermanos a mover fondos ilícitos de PDVSA desde Suiza a bancos estadounidenses, incluyendo a Miami, así como a cuentas en el Caribe. El presunto uso de esos fondos era no solo enriquecer a los hermanos sino también para pagar sobornos a funcionarios gubernamentales que inicialmente aprobaron las operaciones, dijeron las fuentes.
Otros conspiradores no identificados bajo investigación de autoridades —ubicados en Venezuela, Europa y Estados Unidos— también recibieron pagos por su presunta participación en el esquema de corrupción y lavado de dinero.
En total, miles de millones de dólares de PDVSA habrían sido transferidos desde Venezuela a Suiza y luego a Estados Unidos, incluyendo millones de dólares a cuentas bancarias personales y a bienes inmuebles pertenecientes a los hermanos Oberto en Miami y en Nueva York, dijeron las fuentes.
En un comunicado, CBH Compagnie Bancaire Helvetique dijo que “las estrictas leyes suizas prohíben” que el banquero privado confirme si los hermanos Oberto son sus clientes.
Pero el banco “siempre ha respondido rápida y exhaustivamente a todas las solicitudes de asistencia internacional relacionadas con los clientes” y “siempre ha mantenido rigurosas medidas internas contra el lavado de dinero”, aseguró el comunicado emitido por el portavoz Christoper Robinson.
A principios de este año, los medios de comunicación suizos informaron que el Departamento de Justicia de Estados Unidos había enviado a Suiza una solicitud de asistencia legal en marzo de 2018 “en relación con el escándalo de PDVSA”. La Corte Suprema Federal de Suiza reveló en mayo de este año que la investigación estadounidense cubre la apropiación indebida de más de $4,500 millones “principalmente a través de cuentas abiertas en Suiza”.
El memorando del Departamento de Justicia sólo identifica a De Beaumont por su nombre y hace referencia a “otros conspiradores”, aunque no se menciona a los hermanos Oberto. El Miami Herald y el Nuevo Herald obtuvieron confirmación de las fuentes familiarizadas con las investigaciones en Estados Unidos que tanto Luis como Ignacio están entre los presuntos conspiradores de De Beaumont.
“De acuerdo con las informaciones y los documentos proporcionados por varios conspiradores que están cooperando, De Beaumont […] conspiró a sabiendas con los otros conspiradores para defraudar a CBH y lavar los fondos obtenidos a través del fraude y la malversación a través de CBH y otros medios, que incluyen dos bancos e inmuebles en Miami, Florida”, según el memorando del Departamento de Justicia del 13 de marzo de 2018 a la Autoridad Central de Suiza.
“Específicamente, De Beaumont orquestó la creación de varias compañías fantasmas para canalizar los dólares estadounidenses malversados de las cuentas de PDVSA a las cuentas de CBH preparadas por De Beaumont”, añade el memorando del Departamento de Justicia. “De Beaumont usó numerosas compañías fantasmas para no despertar la atención negativa que generaría el uso de una sola compañía que recibe demasiado dinero. La cantidad total en dólares estadounidenses malversados a través del esquema es de aproximadamente $4,500 millones, con la mayoría de esa cantidad enrutada a través de CBH “.
Como banquero suizo, De Beaumont tenía reputación de atraer a venezolanos adinerados que depositaban sus millones en CBH Compagnie Bancaire Helvetique en Ginebra.
Fue un negocio muy lucrativo para De Beaumont, que cobraba una tarifa del 0.75 por ciento por cada transferencia bancaria dentro y fuera del banco. El banquero suizo ganó alrededor de $22 millones en honorarios por recibir y transferir los fondos de PDVSA, según el memorando del Departamento de Justicia.
A principios de 2013, el banquero suizo usó alrededor de $6 millones de esos honorarios para comprar un condominio en el exclusivo edificio Continuum en el extremo sur de Miami Beach, así como otros bienes inmuebles en la República Dominicana, según el memo.
De Beaumont, de 43 años, no pudo ser contactado para que se pronunciara sobre las pesquisas. El Departamento de Justicia y la Unidad de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional no quisieron comentar.
Un ex fiscal venezolano le dijo a Bloomberg en un artículo reciente que los empresarios venezolanos conectados políticamente que hicieron millones haciendo tratos con los regímenes socialistas del fallecido presidente Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, eran clientes estables en CBH.
“Este es el banco de referencia para que los venezolanos escondan dinero”, dijo Zair Mundaray, quien manejó casos de delitos financieros para la oficina del fiscal general de Venezuela hasta mediados de 2017 y ahora vive en Colombia. “Todos depositaron en CBH”.
Los fiscales suizos también están llevando paralelamente su propia investigación, dijeron fuentes familiarizadas con la asistencia mutua entre Suiza y Estados Unidos.
El de los hermanos Oberto es solo el último caso que involucra la participación de la clase de élite de Venezuela. Pesquisas previas han involucrado al ex tesorero nacional de Venezuela, Alejandro Andrade, al magnate de televisión Raúl Gorrín y al acaudalado empresario Francisco Convit Guruceaga, todos ellos hombres de confianza del fallecido presidente Chávez o de Maduro.
Andrade, quien una vez fue dueño de una finca ecuestre en la lujosa comunidad de Wellington en Palm Beach County, mantuvo más de $80 millones en fondos robados del tesoro nacional de Venezuela en su cuenta bancaria suiza en CBH, según un comunicado presentado con su acuerdo de declaración de culpabilidad. Utilizó parte de ese dinero para comprar aviones privados y cuidar de sus caballos de exhibición. El año pasado, Andrade se declaró culpable de lavado de dinero, cooperó con las autoridades estadounidenses y fue sentenciado a 10 años de prisión.
Desde 2010, los esquemas internacionales de lavado de dinero liderados por Andrade, Gorrín y los demás han causado dificultades económicas extremas para los venezolanos, dicen las autoridades federales, que han impuesto sanciones a la compañía petrolera estatal PDVSA.
De los dos hermanos, Luis, el mayor, tiene el perfil más alto, estableciendo con solo 43 años una reputación formidable en la banca y el mercado de valores y alcanzando lucrativos acuerdos de préstamos y de emisión de bonos con el gobierno venezolano. Su esposa, María Graciela Gill, es hija de uno de los principales banqueros de Venezuela. Oberto Jr. posee lujosos apartamentos de gran altura en el East Side de Manhattan y en un complejo de bienestar en Miami Beach.
A Oberto Jr. le apasiona el coleccionismo de obras de arte, como también es el caso de su padre, Luis Oberto Sr., un banquero que donó una colección de obras de arte, carteles y fotografías venezolanas de la década de 1960 al Museo de la Biblioteca de Arte Moderno de Nueva York. “Creo que a un coleccionista le gustaría tener recursos inagotables para poder tener todo lo que quiere”, dijo una vez Oberto Jr.
Pero no todo es perfecto en el mundo enrarecido de Oberto Jr. y de su hermano menor, Ignacio, de 36 años, quien también posee un condominio en el Carillon Miami Wellness Resort en Miami Beach.
Ambos han sido investigados en los últimos dos años por las autoridades federales, que están reuniendo lotes de correos electrónicos, registros bancarios y declaraciones de testigos cooperantes que apuntan a que los hermanos supuestamente malversaron miles de millones del gobierno de Venezuela al pagar sobornos a funcionarios y luego trasladar los fondos a Europa y, finalmente, a Estados Unidos, según fuentes familiarizadas con la investigación.
Los fiscales del Departamento de Justicia han pedido a las autoridades suizas que obtengan registros bancarios que reflejen las transferencias de fondos presuntamente ilícitos de las cuentas de la compañía petrolera nacional venezolana con el Banco Espirito Santo a las cuentas de los hermanos Oberto en Compagnie Bancaire Helvetique y varios otros bancos suizos.
Antonio María Delgado