Los 39 cadáveres hallados en un camión frigorífico en un polígono industrial inglés corresponden a ciudadanos “de origen chino”, según confirmó este jueves la Policía británica, que trata de establecer si detrás de la tragedia opera una mafia de tráfico de personas.
Los agentes del cuerpo policial de Essex (este del país) prosiguen con el interrogatorio del único sospechoso hasta la fecha por la muerte de esos 31 hombres y 8 mujeres: un varón de 25 años, natural de Portadown (Irlanda del Norte), que conducía el vehículo y al que los medios han identificado como Mo Robinson.
Se trata del peor suceso de este tipo registrado en el Reino Unido desde que en el año 2000 aparecieran asfixiados en otro contenedor en Dover (Kent) los cadáveres de 58 inmigrantes de origen chino, que habían pagado para ser introducidos irregularmente en este país.
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Según medios locales, la Policía de Essex, donde se encontró el camión – en el polígono Waterglade Industrial Park, de la localidad de Grays – investiga también la posibilidad de que una de esas bandas criminales lleve a cabo sus actividades en Irlanda del Norte, traficando con personas para venderlas a redes ilegales.
Fuentes citadas por la prensa aseguran que fue el propio conductor quien llamó sobre las 2:40 del miércoles a los servicios de emergencia tras hallar los cuerpos sin vida.
El concejal norirlandés Paul Berry dijo que la familia del detenido se encuentra en “estado de auténtico shock” y confía en que la pesquisa clarifique su supuesta implicación involuntaria.
En un comunicado, las fuerzas del orden corroboraron que de las 39 víctimas, “se estima que 38 son adultos y una es una mujer joven“.
“Previamente habíamos informado de que ésta podía ser adolescente. Pero podemos confirmar que ocho de los muertos son mujeres y 31 hombres, y se estima que son todos chinos. Hemos arrestado a un hombre bajo la sospecha de asesinato”, añadió la nota.