Moises Rendón: “Existe el temor que Venezuela se convierta en una especie de Libia”.

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“Hay una gran oportunidad para que Venezuela sea única, pero para eso tendrá que reconstruirse. No es lo mismo reinstitucionalizar un país como EEUU o Colombia, a otro que está hecho pedazos”.

Moisés Rendón, director de la Iniciativa Futuro de Venezuela y miembro del Programa para las Américas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS por sus siglas en ingles), aseguró que Venezuela sigue siendo una prioridad para Washington y la comunidad internacional, que se ha intensificado en los últimos dos años debido a la complejidad de lo que sucede y las vidas en juego en tan importante escenario estratégico del hemisferio.

En el último trabajo publicado en la página web http://csis.org, sobre el tema de las sanciones a funcionarios de Maduro por crímenes de lesa humanidad contra venezolanos, y la corrupción que desfalcó el país, Rendón analiza  la presión utilizada por el eje democrático y la adaptabilidad demostrada por un régimen que prefiere ignorar el colapso que aniquila de mengua a los venezolanos como consecuencia de sus políticas, con tal de mantenerse atornillado en el poder por los medios que sean.

Hace hincapié en que antes de que cualquier sanción financiera o sectorial golpeara al país, la economía de Venezuela ya soportaba una hiperinflación severa, que superó una tasa del 800 por ciento, con una caída del 71% de las importaciones, carencia de alimentos y medicamentos y un aumento de un 44% de mortalidad infantil. Reiteró igualmente que antes de las sanciones contra funcionarios de Maduro, más de 2 millones de venezolanos ya habían huido del país. Actualmente la cifra de la diáspora venezolano se acerca a los 5 millones de venezolanos al cierre del 2019.

“El alcance del daño humanitario sufrido antes de las sanciones indica que no se puede culpar a las medidas implementadas por EEUU, la UE y el grupo de Lima, del grave colapso que sufren los venezolanos, porque ya existía como consecuencia de las políticas económicas de Maduro, la caída de los precios del petróleo, una severa contracción económica y una fuerte hiperinflación. Bajo el disfraz de austeridad, Maduro anunció recortes a los principales servicios sociales en los que confiaban millones de ciudadanos”.

Según Rendón, todo parece indicar que las severas sanciones y el aislamiento diplomático no han convencido a Maduro a la hora de negociar su salida. Por el contrario, reflexiona que el mundo más bien han visto un Maduro intentando huir hacia adelante, presionando en los últimos días a sus vecinos y a la comunidad internacional con una presunta guerra bajo el apoyo de grupos insurgentes y delictivos catalogados como terroristas, para así dar una imagen de que se mantiene fuerte, resistente y adaptable ante las sanciones.  

“El impacto de la crisis de Venezuela comienza a hacer metástasis en todas las regiones. .  El tema de refugiados e inmigrantes comienza a afectar a diversos países. El colapso venezolano afecta principalmente a Colombia, aliado fundamental de los EEUU, y al resto de países suramericanos, Centroamérica y el Caribe. Estados Unidos también se ha visto afectado en su seguridad interna por varias razones. El tema del narcotráfico siempre ha alertado a los EEUU porque le afecta, 30% de la cocaína que se produce en Colombia sale por Venezuela y el destino principal es EEUU por distintas vías. EEUU combate el narcotráfico y ve a Venezuela como un centro de distribución importante del narcotráfico. Maduro y su régimen también están ligados con el tema de peligrosos grupos terroristas, que usan el país como centro de operaciones anclados en el continente, incluso ciberterroristas, creadores de networks o links terroristas, para afectar situaciones electorales en los países de la región”, explica Rendón.

En torno al tema migratorio, Rendón dice que aún se desconoce la formula para atender a toda esta inmensa diáspora en el continente. Se han propuesto herramientas para empoderar a los venezolanos y protegerlos hasta que salga Maduro del poder. Refiere que lo que más preocupa es lo que viene después, las medidas para reestablecer el Estado de derecho y reinstitucionalizar el país. La preocupación no sería solo la salida de Maduro sino lo que encontrará el mundo el día después.

«No cabe duda que lo que vendría después nos preocupa. Incidirá la forma como responda EEUU, La Unión Europea y toda la comunidad internacional, ¿qué tan comprometidos se encuentran para ayudar a Venezuela?  Lo digo con mucha responsabilidad, hasta ahora no se ve clara una oposición real y tampoco un país en el que se puedan dar las condiciones para la estabilidad. Por el contrario, vemos un país con  fuerte presencia de grupos insurgentes armados como las FARC y el ELN, así como colectivos fuertemente armados. Para ponerlo corto, existe el temor que Venezuela se convierta en una especie de Libia, donde recordemos que EEUU y la comunidad internacional entró, presionó y prácticamente sacó a Gadafi del poder, luego  terminó muerto por su propia gente, pero al final, Libia empeoró, se multiplicaron los grupos armados, el poder terminó diseminado en distintos territorios, y todo colapsó, Libia terminó convertido en un Estado  fallido prácticamente”, dijo.

Un tanque de pensamiento para construir el futuro

Discusiones como estas se generan dentro de CSIS como un tanque de pensamiento y espacio para intercambiar ideas y elevar la crisis venezolana a la comunidad internacional, para descifrar la complejidad y sugerir ideas sobre lo que puede hacer EEUU para ayudar a Venezuela a salir de esta crisis humanitaria.

El CSIS está clasificado por el Informe Global Go To Think Tanks 2017 de la Universidad de Pensilvania, como el grupo de expertos número uno en el mundo, por «Top Think Think and National Security Think Tanks». El grupo de expertos número dos en los Estados Unidos en todos los campos, y también fue clasificado como el 4to mejor grupo de expertos para «Think Tanks con las ideas / propuestas de políticas más innovadoras. CSIS ha sido nombrado el grupo de expertos número uno para Defensa y Seguridad Nacional durante los últimos siete años.

“Hemos hecho en los últimos 2 años 46 mesas redondas con 30 invitados cada una, en las que han participado miembros  de alto nivel del gobierno americano, la Casa Blanca, el Departamento de Estado, Departamento del Tesoro,  representantes del Congreso  de los EEUU, pero también del sector privado, instituciones multilaterales como la OEA, Banco Mundial, FMI, Banco Interamericano, expertos venezolanos, norteamericanos, embajadores, exembajadores, y cualquier otro ente que sirva para influir en decisiones importantes y debatir de forma pública, con fuentes, desde los centros de poder”, acotó el director de la Iniciativa Futuro de Venezuela.

“Hay que pensar más el país hacia el futuro, de forma más abierta y transparente, con el uso de las nuevas tecnologías. Hay una gran oportunidad para que Venezuela sea única pero para eso tendrá que reconstruirse. No es lo mismo reinstitucionalizar un país como EEUU o Colombia, a otro que está hecho pedazos, donde todo hay que hacerlo de nuevo”, finalizó.

Dámaso Jiménez @damasojimenez